No nos citamos nunca
no hace falta
no importa si es un viernes de cuaresma
o un lunes de desgana,
ni tampoco si está la primavera
gritando en la palabra
que florece en las grietas del asfalto,
o es el otoño quien, como un fantasma,
se esconde subrepticio y melancólico
debajo de la cama.
No importa si vestida o si desnuda
espero esperanzada
o si desesperé de tanta espera
y me he licuado lágrima,
ni si me solivianto por su ausencia
con las ojeras de una viuda trágica
o si me desperté con las pupilas
riendo a carcajadas.
No nos citamos nunca y, si lo pienso,
no comprendo, mujer, de qué te extrañas.
No necesito citas con el hombre
que nunca olvida lo que tiene en casa.
no hace falta
no importa si es un viernes de cuaresma
o un lunes de desgana,
ni tampoco si está la primavera
gritando en la palabra
que florece en las grietas del asfalto,
o es el otoño quien, como un fantasma,
se esconde subrepticio y melancólico
debajo de la cama.
No importa si vestida o si desnuda
espero esperanzada
o si desesperé de tanta espera
y me he licuado lágrima,
ni si me solivianto por su ausencia
con las ojeras de una viuda trágica
o si me desperté con las pupilas
riendo a carcajadas.
No nos citamos nunca y, si lo pienso,
no comprendo, mujer, de qué te extrañas.
No necesito citas con el hombre
que nunca olvida lo que tiene en casa.
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bem real e belo MORGANA ...um beijo grande Pedro Pugliese
ResponderEliminarGracias por tu amabilidad, Pedro.
EliminarBesos.
Termino de leer esta entrada y se me escapa un suspiro, bonita la imagen elegida y maravilloso el poema.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Muchas gracias, Loli, me alegra que te gustara.
EliminarEspero no defraudarte en otros temas.
Feliz todo, guapa.