Te he visto aparecer
tan hermoso y tan ebrio,
tan hermoso y tan ebrio,
tan celoso,
que casi no sabías a qué puerta llamabas.
que casi no sabías a qué puerta llamabas.
Hoy, por primera vez,
me han sobrado contigo las palabras.
Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.
¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.
Por supuesto es un apunte personal: los celos son al amor lo que un grillete es a un tobillo. No permite ir muy lejos.
ResponderEliminar¡Un abrazo, Morg! ^_^
(Aunque para mí la parte importante del poema está al final)
Según a dónde quieras ir, Dark.
ResponderEliminarTambién el alcohol tiene sus beneficios para el organismo hasta que empieza a resultar patológico y se convierte en drogodependencia.
Con los celos ocurre lo mismo. Si son obsesivos, mejor salir corriendo, pero si no existen en un momento dado y el "enemigo" está tan seguro o segura de sí mismo que no tiene celos de quien dice amar, cuidadín, porque sólo lo dice y ya sabemos que las palabras se las lleva el viento. Si algo nos vuelve inseguros, es el amor.
Una cosa es lo políticamente correcto y otra distinta la realidad. El que ama, cela, porque es imposible desprenderse de cierto sentido de posesión, y si no cela, podrá ser otras muchas cosas que usa la palabra amor como coartada, como el sexo puro y duro, pero no es amor.
Y si, a veces el sentimiento te toca con tanta fuerza, que sobran las palabras que lo expresen.
Esa es la base del poema.
Abrazo, Dark
Venga, igual piensas que me estoy pasando, pero en cierto sentido para mí es el poema. ^_^
EliminarPasándote por qué?.
EliminarPuedes pensar lo que quieras, Dark, que yo voy a tener en cuenta tu opinión, no lo dudes.
Guay. Esto... somos de los ochenta, ¿no? Bueno, igual no, o sea... guay. (me encanta decir estupideces, sí tú me dejas, que es tu espacio, yo me siento como en casa, y prometo hacer alguna aportación constructiva de vez en cuando, no muchas, pero hay que guardar las formas). ^_^
EliminarYo nunca he entendido a los celosos... Sin embargo, quemaría cada cerda del pincel que pintan esos labios, por inmolar la sed mis palabras...
ResponderEliminar(Qué WAPA, joer)
Beso.
Tú? tú eres un Otelo de mucho cuidado y no precisamente conmigo, golfo.
EliminarVamos... me corto una mano escribiendo como escribes.
¿Te gustó la foto, eh? No me la robes que terminará siendo un avatar mío cuando me aburra de exhibir la rosa. (ríome)
Beso, wapo.