Desérticas.

 
 
 
 
Un desierto no escucha, no pregunta,
es un hecho dolido sin garganta
que late en mortandad de arena y viento
predador de la huella que exánime le horada.

Un desierto no hace confidencias
ni siquiera a la luna que acaricia su cara
ni a la noche de hielo que le cubre
ni al corazón del alba.

Un desierto se mira en mi desierto
cuando llueven del cielo las espadas,
agita su melena de guerra memoriosa
sobre la piedra que se resquebraja
y es una cicatriz a cielo abierto
que vomita espejismos de agua clara.

Un desierto con ojos de tormenta
me vibra en las arterias, me reclama.

Como un negro turbión de soledades,
me fagocita el alma.

Comentarios

  1. Morgana Enhorabuena por este post feliz fin de semana Saludos

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  2. Respuestas
    1. Un charco a saltar, todo lo más, Luz, me temo.

      Me alegra que te gustara.

      Nos leemos, querida.

      Namasté.

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  3. Pentonces tu alma deseritica será grande e imperturbable

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    1. O la ahogarán siglos de arena, querido. (ríome).

      Qué más da.

      Abrazo, Sergio.

      Namasté

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  4. Desiertos, laberintos crueles..."Un desierto con ojos de tormenta
    me vibra en las arterias, me reclama.", encantador, como siempre tus letras remontando profundos vuelos.

    Buen fin de semana.

    Namasté.

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    1. A veces somos eso, porteño, un desierto mirándose en otro.

      Muchas gracias por estar ahí.

      Buen finde para ti.

      Namasté.

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  5. MORGANA, QUE BUEN POEMA, CREO QUE EN ESTOS DIAS HE LEIDO MUCHO SOBRE DESIERTOS. HACE UNOS DIAS UNA AMIGA ESCRIBIO ALGO PARECIDO EN PROSA. DEBES CONOCER A MIRELLA, ES ARGENTINA.
    QUE BIEN ESCRIBES POESIA.
    BUEN FIN
    CARLOS

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    1. Hombre, Carlitos, no te pensé yo tan despistado.
      Hasta tú me has comentado algún poema que le dediqué hace un par de días a Mirellísima, y sí, también le comenté yo el relato que escribió sobre dunas y desierto.

      O sea, la conozco hace ya un tiempito y me da que nosotros nos hemos cruzado a partir de un miércoles rojo de esos que ella postea donde hablaba de Poesía y de la mía en concreto.

      Igual, me alegra tu opinión sobre lo que escribo y espero dejarte alguna huella, señor Despiste.

      Buen domingo, niño.

      Namasté.

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  6. Bueno, Morg, parece que andamos desérticas, yo con una gripe que no consigo sacarme de encima y que me saca toda el agua (¡ja!).
    Tu poema tiene unas imágenes muy tuyas para describirlo: "un desierto no hace confidencias" y el final, impresionante:

    "Un desierto con ojos de tormenta
    me vibra en las arterias, me reclama.

    Como un negro turbión de soledades,
    me fagocita el alma."

    Me encantó, un abracísimo.

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    1. Ya lo ves, Mirella, tenemos desiertos para rato. A mí, en esta ocasión me dio por la polimetría para musicalizar la relación entre dos desiertos, el íntimo y otro que te mira a los ojos, y es que, a veces, un desierto es lo que mejor nos representa.

      Me alegra que te gustara.

      Cuídate esa gripe, morena.

      Namasté.

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  7. A veces nuestro desierto nos "vomita espejismos de agua clara" y no nos deja ver la realidad. Me gustó tu poema. Un abrazo

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    1. Buena deducción, Francisco, así es. Uno se cuelga de sus propios espejismos.

      Gracias por venir, me alegra que te gustara.

      Namasté.

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  8. Todo desierto sin embargo tiene un final,y hay otra arena, ¿no? Siempre es un placer conocer la significación de las cosas que no significan a través de tus ojos, Morg. Y que signifique o no signifique puede también ser un espejismo en su conjunto. Total, la arena relata, ¿no?
    ¡Un abrazo! ^_^

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    1. Todo desierto termina en un vergel, diría yo, y así se van alternando los interiores, Dark, de lo infecundo a lo fecundo, pero la que nace desértica, difícilmente pierde la esencia, por más que de vez en cuando sea un oasis extraviado (ríome).

      De espejismos sabemos mucho todos los que alguna vez nos hemos pasado una película sobre algo inexistente, sí.

      Gracias por venir, guapo.

      Namasté.

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  9. Que no se extienda el desierto adentro nuestro. Hermoso. Un abrazo.

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  10. Son etapas emocionales, Darío, inevitables.

    Otro para ti y gracias por leer.

    Namasté.

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  11. hermoso todo lo que escribes... se nota que cada una de las palabras te salen del alma... a mi tb me encanta la escritura y la poesia y en mis
    ratos libres me gusta recorrer blogs en busca de talento
    Felicitaciones
    saludos

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  12. Pues te agradezco la visita, amigo, y la opinión que me dejas.

    Namasté.

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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.