Piromancias.





Cuando eres un adicto a jugar con fuego, lo normal es quemarse.

Ambos sabemos que la felicidad es una patata caliente que va de tu mano a la mía y que siempre terminamos soltando encima de cualquier tristeza, y que la tristeza, por habitual, es mucho más llevadera.

De nuevo tú horadando el silencio, con esa solfatara volcánica que huele a azufre y destruye cualquier posible aroma melancólico.

Otra vez, como un aparecido que busca el punto de apoyo en sus propias ruinas, para emerger ardiendo.

Y yo, con las manos más bonitas que nunca, sin una sola quemadura después de tantos días sin tu fuego, muriéndome de ganas de tocarte.

A mí siempre me gustaron tus manos, con dedos y sin dedos, la distancia entre tus hombros, la longitud del húmero en tu brazo, tus pies en hawaianas, y el destrozo perenne de tu insolente nariz.

Va a ser verdad que lo nuestro, al final, es una pura cuestión de huesos extrañamente medular.

De pronto, Enero se hizo Abril y no me hace falta el abrigo.

Si recupero el habla, milagro de Janucâ, si me incorporo a la fila de los locuaces, no va a ser con la épica lírica, sino a puro ras de piel, y tú, de nuevo tú, eternamente tú, tendrás la culpa.


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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.