Precisamente ahora que muerdes el presente
con dientes de futuro
y dejas que el pasado se te asiente en las tripas
sin ulcerar el día.
Ahora que tu boca domina el claroscuro
y ensaliva los versos que escribirás de noche
cuando las musas todas se vayan a dormir
y dejen de acosarte como putas
sonámbulas de amnesia.
Ahora que la guerra es sólo por tu nombre
y es tu mano creciente
quien firma la sentencia de muerte a la añoranza.
Justo cuando la risa se asoma a tu tristeza
como una virgen tímida
y estás recuperando las voces guerrilleras
que sobreviven siempre a los conflictos
cuando engendran dolores.
¿Precisamente ahora desertas de tu letra?
Yo te ayudo a cargar esos vacíos
si tienes el valor para saltar
el cadáver del miedo, con los ojos abiertos.
Ni siquiera hace falta ser dios para una diosa.
Con ser un hombre, hoy, es suficiente.
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